Jueves, 30 de abril d 2.020. Lengua y matemáticas. Primero.

¡Buenos días a tod@s! ¿Cómo lo lleváis? La tarea de Lengua es la página 206 y la página 207 (ejercicios 1, 2 y 3); de Mátemáticas, las páginas 180 y 181. El dictado, como siempre, más abajo. El jueves de la próxima semana entregaremos las fotos de las tareas de las unidades 10 y la valoración familiar de dichas unidades. ¡A por ello, corazonada invencible!

Para que vuestro largo fin de semana mole más, aquí os regalo una de mis poesías:

Deseo del corazón (o Crisol sobre cama de sentimientos)

Érase una vez alguien y alguien.
Alguien dijo a Alguien:
-Yo quiero inventarme algo que te convierta en jilguero,
para que cantes bonito, de muy cerca y de muy lejos;
quiero un invento, también, que te acerque a los demás;
para cantar todos juntos y todos juntos bailar;
y quisiera, por su puesto, un invento artificial,
para respirar la brisa tan fresquita de la mar;
inventarme melodías de rocío de la aurora,
para adornar las caritas y para adornar mis horas.
Yo quiero inventarme todo lo que sea imaginable,
y que al mismo tiempo sea razonablemente amable;
por ejemplo, unas tortitas hechas de campos de flores
o empanadillas de besos, croquetas de corazones,
sopa de abrazos tiernos y bocadillos de amores,
ensalada de caricias y capricho de canciones.
Por intentar, que no quede, cositas buenas y adrede,
para compartir, disfrutar y vivir.
Son cosas que, puede ser, ya existían desde siempre
y no las podemos ver, por las nubes de la mente,
que se quiere complacer con inventos ya existentes.
Que a ti te llegue muy pronto mi retahíla de inventos:
que son reales, no cuentos;
nada de cuentos chinos, ni de fantasías:
yo me invento realidades para tus noches y días,
como el cóctel del buen humor,
el zumo de dulces sueños o un buen batido de amor,
papillas de buena leche y bizcochos de calor,
un pudin de arte puro y un puchero de candor,
maravillosos conciertos de risas y de emoción,
bombones de buenos sueños bien bañaditos en sol,
para que se derritan y probar bien su sabor.
Entre tanto y tanto invento de cosas y cosas buenas,
adéntrate en la alegría y ¡suelta penas!, ¡suelta penas!
Y alguien le respondió:
_Muchas gracias...
y que seas muy feliz.




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